Ottmar Ette: las literaturas del mundo y su potencia para cambiar la vida

En una charla virtual, el filólogo alemán analizó el tipo de saberes para la convivencia que despliegan obras como La epopeya de Gilgamesh, Las mil y una noches y el Facundo.

14-05-2021

El filólogo alemán Ottmar Ette, de la Universidad de Potsdam, brindó una videoconferencia a través del canal de YouTube de la UNTREF en la que recorrió algunos de los textos referenciales de las llamadas literaturas del mundo, un conjunto de obras que ponen en escena la diversidad de lenguas, de universos y de lógicas y que encierran, según él, “un saber sobre el vivir que nos puede ser muy útil”.

En su presentación, organizada por el Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados (PELCC) de la UNTREF, el proyecto Archivo y Diagrama de lo Viviente (XIX, XX) y TransArch, Ette señaló que estas literaturas “nos dan un sentido de cómo podríamos vivir y cómo podríamos convivir” y comentó que un muy buen ejemplo de eso se encuentra en Las mil y una noches.  

El especialista apuntó que en ese libro, que incluye 300 cuentos de origen hindú, árabe y europeo, su personaje principal, Sherazade, “nos enseña cómo son las posibilidades de vivir juntos en un mundo caracterizado por la confrontación, la muerte y el asesinato”. De acuerdo a Ette, el personaje emplea una serie de trucos que permiten transformar ese mundo de poder y violencia en un mundo productivo de la convivencia, por lo menos a nivel de una vida literaria.

“Un primer elemento del saber sobre el vivir que aplica es que prácticamente no permite la oposición entre dos polos, entre hombre y mujer, entre el que tiene la posibilidad de matar y su víctima, sino que introduce una tercera posición, su propia posición y la de su hermana, y es a través de esa posición que entonces empiezan a transformarse en fluidas las fronteras entre esos dos polos”, explicó. Otros de los elementos que destacó es que Sherazade desarrolla una narración que matiza el discurso dicotómico, la complejización del marco temporal y una polilógica, la posibilidad de que convivan diferentes lógicas al mismo tiempo y que son, para Ette, “el corazón de las literaturas del mundo”.  

El experto también reflexionó en torno a La epopeya de Gilgamesh, un texto con más de 4000 años de antigüedad que tiene a la ciudad de Uruk como el centro de su mundo literario. “Estos seres humanos ficticios empiezan a vivir y a intercambiar ideas con nosotros a través de los tiempos y de los espacios”, indicó. Lo mismo dijo para el Shijing de la literatura china. “En el libro de los poemas y en el libro de las canciones es donde también se construyen, en formas literarias más breves, polilógicas de una convivencia entre los seres humanos y las plantas, entre el mundo orgánico y el mundo de los seres humanos, que tratan de convivir pacíficamente incluso en tiempos de guerra”, ilustró.

Asimismo, comentó que en las literaturas latinomaericanas surgen desde muy temprano ideas para crear elementos y mundos polilógicos, y planteó como ejemplo paradigmático el Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento. “En el Facundo se ve cómo la oposición a un régimen, a la dictadura de Rosas, se transforma en una narración, no de cómo convivir con la dictadura pero sí para entender mejor los ritmos y ciclos de esa dictadura”, aseguró. 

Pero sobre todo, desterró los presupuestos acerca de esa obra que plantean una división tajante entre civilización y barbarie. “Vemos cómo surge un mundo en el que conviven civilización y barbarie, no es una oposición entre dos polos, sino una especie de creación de un mundo que muy bien se percibe en sus ambivalencias a nivel del mundo de los gauchos y los rastreadores”, evaluó. 

Por otro lado, planteó que en todas estas tradiciones la literatura aparece como “un tesoro del saber” y como un archivo viviente del saber sobre la vida, la supervivencia y la convivencia. Finalmente destacó que hay “una monopolización peligrosa de la palabra y el concepto vida por las llamadas ciencias de la vida”, y que las literaturas del mundo y su filología también forman parte de esas ciencias. “Son las realidades vividas que también se concentran en las literaturas del mundo las que que nos dan la llave para entender mejor el lugar de los seres humanos en el universo”, concluyó. 

Moderando y participando con comentarios estuvieron el director del PELCC, Daniel Link, y la docente de la UNTREF e investigadora del CONICET, Adriana Rodríguez Pérsico

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