La UNTREF obtuvo la patente de un invento fundamental para la atención sanitaria

Es el “Dispositivo de inspección de la vía aérea superior y de asistencia para intubación endotraqueal”, un proyecto promovido por investigadores de la Licenciatura en Higiene y Seguridad del Trabajo y de la Carrera de Ingeniería Ambiental.

07-02-2024

El Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) concedió la patente de invención al “Dispositivo de inspección de la vía aérea superior y de asistencia para intubación endotraqueal” que permite que el personal de salud que se desempeña en clínicas y hospitales mejore su asistencia e intervención sanitaria en casos de intubación de pacientes.

La iniciativa surgió en medio de la pandemia de Covid-19 debido a la urgencia de un grupo de médicos por desarrollar insumos y equipos prioritarios que escaseaban en el país para el tratamiento de pacientes contagiados con el virus. En este contexto, el equipo de investigación AeroMat, dirigido por Lucio Ponzoni y conformado por investigadores de la Carrera de Ingeniería Ambiental y de la Licenciatura en Higiene y Seguridad del Trabajo con un grupo de especialistas en atención sanitaria, y otras instituciones médicas, lograron desarrollar tres dispositivos médicos en un tiempo récord para hacer frente a esta necesidad.

Al notificarse de esta situación, los expertos de la UNTREF trabajaron en conjunto con miembros de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para elaborar este dispositivo, por lo que la patente es compartida en un 50% por cada institución.

El invento consiste en una empuñadura y una pala curva que contiene una punta, una muesca, una cuña, una pared lateral, una abrazadera y medios de sujeción de un cable o tuvo de un dispositivo de visualización, medición e iluminación.

“Logramos construir esta herramienta pero de forma mejorada. El objetivo es que los médicos, anestesistas y, principalmente, quienes se desempeñan en áreas como la de terapia intensiva, puedan realizar intubaciones con eficiencia”, manifestó el coordinador de Ingeniería Ambiental y de Higiene y Seguridad del Trabajo Julio Sola.

Junto con Sola, formaron parte del proyecto Lucio Ponzoni –su director-, Paula Nicoletti, Carlos Anello, María Inés Luppo, Rubén González, María Anessi, Enrique Franzini y Rocío Muñoz. Gracias a la obtención de esta patente, tanto la UNTREF como la CNEA gozarán de los derechos exclusivos de fabricación, uso, oferta para la venta, venta e importación de la tecnología por el plazo de 20 años.

“Conseguir esta patente es motivo de alegría y orgullo ya que demuestra que las universidades tenemos una función que va más allá de la formación de profesionales. Somos instituciones que podemos contribuir solidariamente con la sociedad y dar respuesta a las demandas que la comunidad tiene”, agregó Sola.

Asimismo indicó que este logro abre el camino para que se realicen futuras investigaciones en diferentes espacios de la UNTREF y destacó como “indispensable y fundamental” la tarea que llevó a cabo la  Secretaría de Investigación y Desarrollo a través de su Oficina de Vigilancia Tecnológica y Propiedad Intelectual, área que posibilitó el patentamiento del invento.

Dirigida por Marcela Ricosta, esta oficina provee información estratégica acerca de tendencias, noticias tecnológicas, avances científicos, actualidad del mercado, las marcas e incluso, en forma más profunda, las solicitudes de patentes que son tendencias a nivel mundial y las publicaciones científicas que las respaldan. A ella acuden quienes tuvieron una iniciativa y desean saber en qué medida dicha propuesta ya fue elaborada en otras instituciones, qué resultados obtuvo, cuál fue el proceso mediante el que se llevó a cabo, qué bibliografía abarca ese tema y qué posibilidades concretas de ejecutarla existen.

Ricosta explicó que desde el área que dirige, además, se llevó a cabo la escritura del pliego reivindicatorio a partir del cual se le solicitó al Estado –el INPI- que se conceda la patente al invento dirigido por Ponzoni. Este escrito fue elaborado siguiendo los estrictos estándares que rigen las normas internacionales relativas a la solicitud de patentes y fue parte de un ida y vuelta permanente con el organismo estatal, logrando, finalmente, que se concediera la patente en tiempo récord. “Solicitamos la patente en 2021 y a fines de 2023 logramos que nos la otorguen”, comentó Ricosta.

A partir de ahora, señaló,  comienza una nueva etapa que consiste en analizar las posibilidades de realizar la transferencia de esta invención a entes privados y públicos. “El Equipo de Propiedad Intelectual es relativamente nuevo y estamos muy felices de contribuir con los investigadores y la UNTREF en la concreción de iniciativas que permitan solucionar problemáticas sociales”, agregó.

Finalmente llamó a que los investigadores se acerquen a la Oficina ya que “muchos no conocen el trabajo que hacemos y entre todos podemos contribuir a la promoción y a la difusión de nuevas investigaciones”.