Inclusión, empatía y solidaridad a través del arte y la psicomotricidad

En el Xirgu Espacio UNTREF se llevó a cabo un espectáculo que combinó arte, pedagogía y comunicación para abordar la temática de la discapacidad desde una mirada que trasciende lo terapéutico.

16-11-2023

La Licenciatura en Psicomotricidad y las diplomaturas en Psicomotricidad y Educación y en Psicomotricidad y Educación Especial en conjunto con el Grupo de Danza-teatro Piso 9 organizaron en el Xirgu Espacio UNTREF la puesta en escena de Hijas, una obra que invitó a repensar la discapacidad y a generar un espacio de diálogo entre investigadores, docentes, estudiantes y artistas.

La actividad consistió en la exhibición de este espectáculo y en una charla-debate posterior entre los presentes.

Para la coordinadora de la licenciatura, Noelia Caggiano: “La obra fue conmovedora y la interpretación de cada una de las artistas fue maravillosa”. La especialista en psicomotricidad dijo: “Se pudo ver una obra sensible, humana, profunda y que invita a la reflexión”. Según la docente, este encuentro final que se dio entre los espectadores y los intérpretes estuvo signado por las emociones y sirvió para articular la propuesta artística y la perspectiva psicomotriz que persiguen las carreras que ella coordina. “La jornada fue un gran acierto y estamos ansiosas por organizar nuevos encuentros”, cerró.

Esta jornada fue una nueva experiencia que traspasó los límites del aula y se enmarcó en las múltiples actividades que organiza la Licenciatura para acercarse a la comunidad. Proyectos de investigación, voluntariado e intervención comunitaria, además de vínculos con académicos de universidades e instituciones de educación extranjeras, son algunas de las propuestas de esta carrera creada en el año 2000 y que convirtió a la UNTREF en la primera universidad pública argentina en ofrecer formación en psicomotricidad.

En lo que concierne a la obra artística que se exhibió en el Xirgu, Verónica Trigos, Lucila Meira y María Emilia Domínguez actuaron una historia narrada en forma de danza y textos que cuenta las vivencias de una madre y su hija, una niña que padece dificultades motoras y cognitivas complejas. Ante la atenta mirada de los espectadores, los artistas ensayaron movimientos de una hija que no camina y esbozaron palabras que surgieron a pesar de la ausencia del habla.

“Quisimos acercar la discapacidad a personas que están interesadas en la temática. Creemos profundamente que llevando el arte y la obra a estudiantes que están en formación se puede abrir un espacio de diálogo y repensar la discapacidad”, expresó la integrante del Grupo de Danza-teatro Piso 9 Verónica Trigos. Además, destacó: “El arte tiene una función social muy importante que es llamar a la reflexión. El arte pone en escena a partir de una pintura, una danza o una obra teatral cuestiones sociales que precisan y que deben ser repensadas. Pone en escena todo lo que incomoda”.

En el Xirgu las imágenes de la obra expusieron el universo de una madre que transita la dificultad de sostener a una hija que crece y se hace más pesada con el paso de los años. El tiempo, a su vez, es un interrogante constante y las artistas se encargaron de mostrar cómo lo vive la niña y cómo la madre la sostiene invitándola a danzar con su discapacidad. “Hijas es la historia personal de Lucila Meira y su hija Ema. El ser una historia personal y estar narrada en primera persona hace que el relato tenga mucha potencia, pero no queda limitado a lo individual sino que se universaliza. No es solo la historia de Lucila y Ema, refleja las historias de otras mamás y otras niñas, otras personas que sostienen o son sostenidas”, explicó Trigos.

Hijas es la tercera parte de una trilogía que comenzó con las obras Los que están bien se arreglan solos y Emaland. En Los que están bien se arreglan solos se posó la mirada sobre los quiebres que afectan lo cotidiano y sobre aceptar lo inevitable. Lucila se pone en lugar de Ema y viaja por sus movimientos, sostenidas ambas por el amor. En la segunda parte, Emaland se visibiliza a Ema, se la muestra tal cual es, sus movimientos y su forma de bailar en compañía. Desde el juego, la escucha y la espera se arma la danza sutil de Ema.

Por último, tras la finalización de Hijas, se generó un espacio de reflexión y debate entre los presentes, algo que ayudó e impulsó la comunicación entre artistas, docentes e investigadores sobre la discapacidad y sobre cómo abordar, desde diferentes espacios, este tipo de cuestiones. Los que participaron de la actividad relataron sus experiencias e intercambiaron saberes en relación con la temática.

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