El seminario de Pensamiento Económico Argentino abrió con el legado de Aldo Ferrer

El historiador Marcelo Rougier recorrió los setenta años de trayectoria intelectual del gran economista argentino, que se atrevió como pocos a plantear alternativas de desarrollo para los países periféricos.

25-03-2021

El valor de las ideas del economista Aldo Ferrer (1927-2016) para pensar una economía del desarrollo en los países periféricos fue el eje del primer encuentro del Seminario Historia del Pensamiento Económico Argentino, organizado por el Centro de Investigación y Docencia en Economía para el Desarrollo (CIDED) de la UNTREF y el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) del CONICET-UBA.

La presentación estuvo a cargo del historiador Marcelo Rougier, de la Universidad de San Andrés y el IIEP, quien apuntó que desde muy temprano Ferrer se preocupó por esos temas. Según el especialista, en su primer artículo publicado en 1950 en la revista Trimestre Económico, Ferrer ya había identificado que “América Latina  no podía seguir creciendo hacia afuera”, y por eso planteó “como alternativa indiscutible crecer hacia adentro, industrializarse, liberarse de las ataduras de las fluctuaciones económicas de los centros cíclicos”.  

Rougier desgranó algunos de los obstáculos para el desarrollo que Ferrer encontraba en los países latinoamericanos, entre ellos la distribución de la riqueza, el alto grado de concentración de la tierra y las vulnerabilidades externas. “Una de las cosas que dice es que el desarrollo no puede basarse para estos países en las inversiones extranjeras dada la experiencia acumulada”, señaló, agregando que el autor de La economía argentina era particularmente crítico del capital extranjero porque veía que no “promovía el desarrollo equilibrado ni la diversificación económica”. 

Otro de los aspectos que analizó Rougier fue la concepción que Ferrer tenía sobre el Estado. “Él planteaba la necesidad de la intervención estatal no en una lógica planificadora, de hecho es muy crítico de la planificación peronista, pero sí a través de mecanismos fiscales y crediticios que permitieran impulsar el crecimiento económico”, explicó, y dijo que paralelamente veía “una gran debilidad de los empresarios en el espacio de los países atrasados que debían ser apoyados por el Estado”.

Además, destacó la heterodoxia de su pensamiento, señalando que para Ferrer había que romper con ciertas dinámicas económicas demasiado arraigadas. “Frente a la extranjerización de la economía en la década del sesenta, la solución para él era ampliar los mercados y la necesidad de exportar, sobre todo a países de América Latina, instalando como idea superadora de la sustitución de importaciones la exportación industrial”, refirió.

En ese sentido, Rougier acotó que planteaba una estrategia de industrialización con un “modelo integrado y abierto, con capacidad de exportar productos en diversas fases del ciclo manufacturero”. Para el historiador, Ferrer tenía también una mirada atenta respecto a la cuestión tecnológica. “Defendía la incorporación, adaptación y creación de tecnología en el espacio latinoamericano,  discutiendo fuertemente los rasgos de la dependencia tecnológica”, consideró.

Asimismo, el experto se refirió a los cuestionamientos de Ferrer hacia el neoliberalismo y la globalización, contraponiendo a ellos la idea de densidad nacional, basada en cuatro elementos: la inclusión y la cohesión social; el fuerte liderazgo nacional; la estabilidad institucional; y la elaboración de un pensamiento propio en defensa de los interesases nacionales. “La densidad nacional es poder reposicionarse sobre los propios recursos frente al avasallamiento de la globalización, por eso Ferrer decía que cada país tiene la globalización que se merece”, aseguró.

Durante los últimos años, Ferrer se dedicó a armar y participar del Plan Fénix, un proyecto fraguado en la UBA que reúne a varios expertos alrededor de la reconstrucción de la economía argentina para el crecimiento con equidad, y tuvo también elogios y desencuentros con el modelo económico del kirchnerismo. “Luego de enumerar los logros de ese modelo, como el desendeudamiento y el reposicionamiento de la Argentina en el escenario internacional, enfatiza sus debilidades, sobre todo la subindustrialización y la falta de participación en procesos de innovación de la industria argentina”, comentó el historiador.  

Por otro lado, dijo que en relación a la gestión de Mauricio Macri y el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Ferrer consideraba “que no se iba resolver el problema central, que era el subdesarrollo, al cual se agrega el tema de la deuda”. Finalmente aseguró que para Ferrer “la respuesta neoliberal no es una respuesta real”, y que puede aliviar el corto plazo “pero no genera el proceso de transformación económica que necesita el país”.
 
El seminario, abierto a la comunidad, continuará hasta fines de agosto y se podrá seguir desde el canal de YouTube de la UNTREF, martes de por medio, en el horario de 17:00 a 19:00 horas. 

Programación

6 de abril: Juan Odisio (UBA, IIEP, CONICET) disertará sobre el análisis económico y político de Marcelo Diamand. 

20 de abril y 4 de mayo: Diego Frenkel (CEDES) realizará un recorrido por su propia obra.

18 de mayo y 1 de junio: Roberto Bisang (UCEMA, IIEP, UBA) revisará los supuestos del modelo de stop and go. 

15 de junio: Luis Blaum (CIDED) y Saúl Keifman (CIDED, IIEP, UBA) hablarán de las influencias keynesianas en los economistas argentinos.

29 de junio y 13 de julio: Oscar Cetrángolo (IIEP, UBA) discurrirá sobre organización federal y política fiscal en Argentina y el Estado en la provisión y financiamiento de bienes sociales. 

27 de julio: Luis A. Beccaria (IIEP, UBA) pondrá el foco en el mercado de trabajo, la desigualdad y la pobreza en Argentina. 

10 de agosto: Omar Chisari (IIEP, UBA) expondrá sobre las aplicaciones del equilibrio general computado al desarrollo económico. 

24 de agosto: Daniel Heymann (IIEP, UBA) cerrará el ciclo con una exposición dedicada a las perturbaciones macroeconómicas y las fallas de coordinación.