El gran desafío para la investigación en la región es la ausencia de instancias formativas

Los obstáculos para el desarrollo de la indagación científica en los países latinoamericanos fueron el eje del primer encuentro del seminario online La Investigación y la Formación de Investigadores.

08-04-2021

Las dificultades para el desarrollo de la labor investigativa en Latinoamérica fue el tema que dominó la apertura del seminario La Investigación y la Formación de Investigadores a cargo del Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y asesor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Héctor Maletta. El especialista destacó que una de las mayores limitantes de nuestros países es el tener una formación universitaria centrada en la instrucción y no en la posibilidad de generar conocimiento propio.

“La investigación en general no está integrada a la enseñanza. No hay un curso o una serie de etapas formales establecidas para esta formación como investigador. Básicamente la tarea que aprende a realizar el estudiante universitario, incluso en el doctorado, es asistir a clase y luego rendir examen. Lo que hace el estudiante durante todo ese tiempo es absorber conocimiento, no generarlo”, ilustró el especialista en el seminario organizado por la Secretaría de Investigación y Desarrollo de la UNTREF.

El experto dijo que esta tendencia a no contemplar la investigación en los planes de estudio hace que en el nivel de posgrados la tasa de graduación sea muy baja. “Las tesis de maestría o de doctorado son la primera ocasión importante que se les ofrece a los estudiantes de embarcarse en un proyecto de investigación. Este tipo de desafíos para muchos es demasiado, no lo pueden hacer”, aseguró.

Maletta informó que la tasa de graduación de maestrías y doctorados en los países de América Latina oscila entre el 20 y el 5 %. “Esto contrasta fuertemente con lo que sucede en el mundo desarrollado, donde el grueso de los estudiantes de posgrado terminan su carrera más o menos en el tiempo previsto”, agregó. 
 
Entre los escollos para llevar adelante una tesis, el académico mencionó, entre otros aspectos, el de elegir un área temática sobre la cual no se tiene un conocimiento previo. “Por eso, aparecen dificultades para identificar de antemano un problema científico existente en determinado campo. Ocurre que por lo general los estudiantes no vienen de un programa de investigación previo en el que se hayan familiarizado con la temática”, graficó. 

Otro de los aspectos que abordó es que no solo hay una ausencia en la formación para investigar, sino para transmitir los conocimientos derivados de la investigación. “Tampoco se enseña ni se practica la redacción expositiva de tipo científica”, argumentó. Y finalmente, otro factor no menos importante es que la mayoría de los estudiantes de posgrado de la región ya están insertos en la vida laboral, “que generalmente no involucra la investigación”. 

Para Maletta, la mayoría de los casos de investigación en América Latina “son emprendimientos individuales y artesanales, en el sentido de que son de pequeña escala, poco alcance y desconectados de programas mayores”. En su presentación, Maletta se refirió a dos modelos de investigación con diferencias muy palpables: el europeo y el norteamericano. 

Así, comentó que ambos fueron descritos por el sociólogo Max Weber hacia 1920 y que lo que caracteriza al europeo es su estructura autoritaria. “En aquella época, en Europa, la vocación por la ciencia equivalía a la vocación por la enseñanza universitaria, y los docentes eran catedráticos de una disciplina nombrados de por vida, tenían algún profesor adjunto y auxiliares no rentados, con un esquema en general verticalista dominado por el catedrático”, relató. Weber también se ocupó de pensar en las condiciones materiales de la investigación en Europa, llegando a la conclusión de que las investigaciones eran de carácter artesanal y de pequeña escala, donde por ejemplo un experto en química solo podía avanzar en sus investigaciones si disponía él mismo de un pequeño laboratorio. 

“Weber compara este modelo con el modelo norteamericano, donde ya hay profesores con asistentes remunerados que eran todos básicamente investigadores con alguna carga como docentes. En el modelo norteamericano se pasa del investigador individual a colectivos de trabajo colaborativos, y se separa al trabajador científico asalariado de sus medios de producción”, continuó Maletta.  

Asimismo, dijo que el modelo anglosajón se nutrió de las ideas del pedagogo John Dewey, quien insistió en la importancia de incorporar la indagación, la experimentación y el desarrollo de proyectos en todos los niveles de la enseñanza, desde la escuela primaria hasta la universidad. 

“El modelo anglosajón se extendió de manera gradual y desigual hacia todo el mundo, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, transformando la organización de la producción científica del siglo XX”, corroboró Maletta. Sin embargo, concluyó que “en el modelo de América Latina persisten muchas características del modelo tradicional europeo en diversas universidades y disciplinas”. 
 
El coordinador de posgrados de la UNTREF, Cristian Pérez Centeno, llamó la atención respecto de la presión por investigar que recae en los docentes. “Esta presión se está generalizando, y solemos agregar esta actividad a nuestra propia carga de trabajo académico de algún modo gratuitamente. En el caso argentino, mas del 70 % de los docentes de las universidades públicas hacen investigación, los académicos casi trabajan el doble de tiempo del que son contratados”, apuntó. 

También señaló que, si bien existen algunos dispositivos curriculares de iniciación a la investigación, “el sistema universitario deposita la formación de investigadores en el nivel de posgrado”, y acotó que solo el 13 % de los docentes universitarios tienen un título de doctor y solo el 6 % uno de maestría. “Tenemos una baja proporción de académicos que están formados para hacer investigación”, sentenció. 

Por otro lado, comentó que la cantidad de personas que realizan tareas de investigación es mucho mayor en las universidades que en los organismos del sistema científico y tecnológico nacional. “Más de la mitad de quienes trabajamos como docentes investigamos en nuestra propia universidad, y solo un 20 % investiga en otros organismos de ciencia y tecnología”, detalló.  

También acompañaron la transmisión el secretario de Investigación y Desarrollo de la Universidad, Pablo Jacovkis; su director de posgrados, Norberto Fernández Lamarra; el director de la Maestría en Generación y Análisis de la Información Estadística, Jorge Fernández Bussy; el director de la Especialización en Gestión y Tecnología de la Innovación, Tomás Jelinek; el coordinador académico del Programa en Políticas y Administración de la Educación, Pablo García; y la responsable de la oficina de Vigilancia Tecnológica y Propiedad Intelectual de la Secretaría de Investigación y Desarrollo, Marcela Ricosta, entre otros. 

Los próximos encuentros, siempre desde el canal de YouTube de la UNTREF y en el horario de 10:00 a 12:00 horas, se realizarán el 14 de abril, cuando se abordará el contexto de la investigación en el sistema universitario argentino y en otras instituciones de nuestro país; el 21 de abril, que estará dedicado a la investigación en la UNTREF; el 28 de abril, donde se revisarán las perspectivas de desarrollo de la investigación, los posgrados y la formación de investigadores; y el 5 de mayo, que pondrá el foco en la formación en comunicación científica.
Se puede acceder al programa completo del seminario desde acá. Para más información, escribir a investigacionydesarrollo@untref.edu.ar.

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