Contagiarse de China: la principal estrategia para salvar la economía Argentina

Según expertos en economía, incrementar el comercio con China representaría una solución a la deficitaria balanza comercial argentina. Consideran a la Nueva Ruta de la Seda como una posibilidad concreta para el despegue.

13-04-2021

Adherir a la Franja y la Ruta –proyecto chino de cooperación económica, política y cultural entre países– significaría para Argentina una posibilidad de despegue económico sin precedentes, ya que el comercio no se daría únicamente con el gigante asiático, sino que también abriría puertas para el intercambio con otros países que son parte de la denominada Nueva Ruta de la Seda. Este fue el eje que dominó el último encuentro del Programa para Jóvenes Industriales.

"La Nueva Ruta de la Seda procura avanzar en la configuración de un espacio económico-comercial euroasiático aplicando modernos conceptos geoeconómicos, mediante la instalación de corredores comerciales que vinculan ciudades y continentes", explicó el director de la Maestría en Economía y Negocios con Asia Pacífico e India e investigador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacífico e India (CEAPI), Carlos Moneta, quien afirmó que dichos corredores que enlazan ciudades son "fundamentales para la inserción económica de regiones que anteriormente estaban distanciadas geográficamente". 

Para Moneta, la iniciativa de la Franja y la Ruta permite que el crecimiento económico de China repercuta en una multiplicidad de ciudades y países. "Piensen en nuestro sistema circulatorio. Así como las venas distribuyen la sangre por nuestro cuerpo, estos corredores comerciales distribuyen la economía por todas las regiones", graficó. 

Asimismo, consideró que es necesario plantearse cómo ingresar a este sistema y observó que una vez dentro existe la posibilidad de comerciar no solo con China, sino que también sería conveniente vincularse con los otros países que giran alrededor de la nación asiática. "No veamos a China como un sol sin planetas. Hay toda una constelación interactiva en torno a este país", explicó. 

Por su parte, el director ejecutivo del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos y Económicos de China (CLEPEC), Diego Mazzoccone, se esperanzó con el hecho de que "hay cada vez más oportunidades para exportar, ya que China comienza a consumir diversos productos de todo el mundo". Además, indicó que los jóvenes chinos son cada vez más consumistas y desean incorporar productos importados, por lo que se presentan como una fuente importante de posibilidades para el comercio argentino.

Mazzoccone valoró que China haya sido la única potencia económica en crecer durante la pandemia y apuntó a la necesidad de aprovechar las nuevas tecnologías de comunicación e intentar vender los productos nacionales al mercado asiático. "Si bien ellos manejan redes sociales propias, no occidentales, tenemos que llegar a promocionar nuestros productos en ellas y entender que la comercialización tiene que estar adaptada por completo a su mercado", agregó.  

En este sentido, el representante de la Cámara de Comercio de la Unión Europa-China, Matías Zubimendi, consideró que uno de los principales problemas en la comercialización con aquel país estriba en la falta de recursos humanos especializados y en la dificultad de controlar "lo que sucede en el otro lado del mundo". 

Precisamente sobre la venta de productos argentinos hizo referencia el representante de la Global Comercial Business y de la compañía Bodega Berruti & Chini, Daniel Gallardo, un empresario vitivinícola con amplia experiencia en el comercio con China que vivió diez años en ese país. "Hay oportunidades para los productos argentinos, pero tenemos que entender primero el fenómeno del cambio de consumo que tuvo China en los últimos años. Se trata de una especie de occidentalización de los chinos en cuanto a hábitos de consumo", aclaró. 

El empresario refirió también a la importancia de comprender la segmentación de mercado, ya que, dada la amplitud de su territorio, China presenta diferentes modalidades y preferencias de consumo según la región que se trate, algo en lo que coincidió la gerente de Promoción de Comercio Internacional de la Fundación ICBC, Emma Fontanet. Para la ejecutiva, "es prioritario establecer programas de capacitación, asistencia técnica y financiamiento con empresas argentinas para capacitarlas a la hora de comenzar a exportar con China". 

Finalmente, para el director corporativo de Negocios Internacionales y Proyectos Especiales de la Organización TECHINT, Fernando Landa, "hay que profundizar el conocimiento público y privado respecto a las relaciones comerciales con China y promover la competitividad como un tema de agenda". El especialista indicó que la Nueva Ruta de la Seda es una iniciativa de promoción comercial muy importante que permitiría, en caso de adherir a ella, un posicionamiento internacional de la economía argentina; y a la vez destacó la importancia de "impulsar el desarrollo de exportaciones industriales a China"     

El ciclo de charlas estuvo organizado por la Licenciatura en Administración de Empresas, la carrera de Contador Público de UNTREF Virtual y la Unión Industrial Argentina-UIA Joven, fue transmitido en vivo por el Canal de YouTube de la Universidad y contó con la presencia de académicos, funcionarios y empresarios con amplios conocimientos y experiencias en el aspecto comercial de China.

Entre ellos, destacamos al rector de la UNTREF, Aníbal Jozami; el director de Cooperación Internacional del Ministerio de Cultura, Francisco Taiana; el asesor Económico en la Dirección Nacional de Promoción de Inversiones del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Matías Lioni; la representante de la Dirección Nacional de Cooperación Internacional del Ministerio de Educación, Daniela Perrotta; el director del Centro de Estudios Argentina-China de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ignacio Villagrán; el presidente de la UIA Joven, Tomás Karagozian; y María Staiano, de la Universidad Sapienza de Roma