Para Boris Groys, lo digital no reemplazará la oferta de museos y archivos físicos

El filósofo, ensayista y crítico de arte alemán expuso sobre el rol que cumplen actualmente los museos, la búsqueda de satisfacción de los deseos por parte de los sujetos y la relación de internet con los archivos históricos.

30-03-2021

Los museos, bibliotecas y archivos son espacios privilegiados de nuevos descubrimientos y llevan a sus visitantes a vivir experiencias involuntarias y accidentales, algo que internet no puede ofrecer ya que es un medio en el que la sorpresa propia de los hallazgos está ausente. Estas fueron algunas de las sentencias del experto en arte y literatura Boris Groys en Archivo y Utopía, charla organizada por el Programa de Estudios Latinoamericanos, Contemporáneos y Comparados (PELCC). 

En el evento que se llevó a cabo en forma virtual y que fue transmitido en vivo por el Canal de Youtube de la UNTREF, el teórico de la Universidad de Nueva York disertó sobre la relación de los archivos con los individuos y manifestó que "vivimos en una época en la que la gente está cada vez menos interesada en el pasado y en el futuro y se enfoca, por el contrario, únicamente en el presente". Ante esta situación, según Groys, el archivo pierde su poder y su histórica relevancia. Para él, los museos se están transformando sustancialmente y están dejando de ser un ámbito de resguardo de la memoria para convertirse en un espacio únicamente de exposición de eventos contemporáneos.

El especialista fue acompañado por el director del PELCC, Daniel Link, el docente y miembro de este Programa, Diego Bentivegna, y la artista visual y profesora adjunta de la Universidad de Nueva York, Jazmín López, quienes intervinieron en la exposición e intercambiaron consultas sobre las diversas ideologías que prevalecieron en el siglo XX, el rol de los museos, el avance tecnológico y la función de la archivística. En este desarrollo temático, Boris Groys advirtió la supremacía de una conciencia contemporánea caracterizada por una nueva forma de vida en la que lo más importante es la supervivencia de la humanidad: "Uno ya no debe sacrificarse en pos de un objetivo político o ideológico porque esta nueva forma de existencia se supone apolítica", expresó.

A pesar del avance de la tecnología y de la revolución digital, el crítico de arte alemán analizó la relación entre internet y el archivo tradicional definiendo al primero como un medio que solamente responde a nuestras preguntas y que únicamente satisface nuestros deseos y expectativas más inmediatas. En este sentido, Groys dijo que "internet no puede mostrarme nada nuevo que yo desconozca, en cambio la biblioteca o el museo siempre nos muestran cosas que nos sorprenden y las cuales no estábamos preparados para ver". 

Otra diferencia que advirtió Groys entre los museos y los archivos e internet es que los museos se caracterizan por presentar un collage surrealista de objetos que en apariencia no tienen relación entre sí y constituyen una mezcla, aunque la vinculación se manifiesta en la memoria de cada uno de los elementos exhibidos. Por su parte, internet desarrolla una especie de burbuja de nuestra propia subjetividad y no nos convoca a escribir sobre lo que allí encontramos como sí lo hacemos con los archivos históricos.

Desde el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), Jazmín López enfatizó que "los grandes museos están proponiendo un acercamiento a la agenda pública para difundir cuestiones actuales, hechos que son importantes para la sociedad y que generan contexto. Es como si trataran de establecer un lavado de cara que les permita estar al día con las preocupaciones públicas". La artista visual dijo que esta política lleva a que los visitantes tradicionales se encuentren con algo inesperado, a lo que Groys respondió que "vivimos en un tiempo de confusión en el que tenemos la ilusión de percibir arte del pasado cuando en verdad estamos viendo arte contemporáneo". 

Tras las preguntas de quienes siguieron la exposición en forma remota, Boris Groys valoró la importancia de los museos, archivos y bibliotecas, expresando que son espacios capaces de dar respuesta a nuestros deseos infinitos, mientras que internet, por más que pueda saciar nuestras más urgentes demandas, siempre es finita.