Argentina y Brasil, modelos de cooperación en el uso pacífico de la energía nuclear

La especialista Elena Maceiras explicó las funciones de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales (ABACC), único ente binacional de salvaguarda que existe en el mundo.

20-04-2023

Argentina y Brasil son un ejemplo de cooperación internacional y de control en el uso y proliferación de materiales nucleares. Este modelo de alianza estratégica tiene que ser replicado en países cuyas instalaciones nucleares, en caso de no poseer inspecciones técnicas precisas, representan un peligro para su sociedad. Este eje recorrió la conferencia ABACC, un modelo pionero, actividad que se llevó a cabo en la Sede Rectorado Centro y que se transmitió en vivo por el Canal de YouTube de la UNTREF.   

“En la década de 1980 Argentina y Brasil poseían la tecnología suficiente para producir, si así lo deseaban, una bomba nuclear. Además de esto, ninguno de los dos países había firmado ningún tratado de no proliferación nuclear y en la consideración internacional eran dos actores principales en la carrera armamentística”, relató la secretaria de la Agencia Brasileña-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales (ABACC), Elena Maceiras. 

 

 

Ante el crecimiento de esta situación en la que la energía nuclear podría llegar a significar una amenaza para la región, los representantes políticos de ambos países encararon acciones para transparentar los programas nucleares que desarrollaban. “Esto derivó en la creación de la ABACC, que permitió conocer en detalle cuál era el alcance y la magnitud del material nuclear que se encontraba tanto en la Argentina como en Brasil. La Agencia fue clave a la hora de verificar que los acuerdos de uso pacífico de la energía nuclear fueran cumplidos”, agregó Maceiras. 

La especialista indicó que este modelo es único en el mundo, ya que lo que existe actualmente son acuerdos entre países y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) pero no entre dos países entre sí. “La salvaguarda significa el control de los materiales que las naciones informan. Por ejemplo, si dicen que tienen diez kilos de material nuclear para uso pacífico, lo que se hace es ver si efectivamente en las instalaciones nucleares hay esa cantidad. El alma de nuestra tarea es contabilizar estas cantidades”, sostuvo la experta invitada.

Tal como explicó Maceiras, la labor desarrollada por la ABACC a través de un equipo de inspectores de ambas nacionalidades altamente calificados que trabajan de forma coordinada con el OIEA resulta un mecanismo innovador y único en el mundo en materia de inspecciones recíprocas. La robustez de dicho modelo de verificación hace que los programas nucleares de ambos países estén sometidos a los más altos estándares de transparencia, lo que queda demostrado por el hecho de que la Argentina y Brasil están entre los países que reciben la mayor cantidad de inspecciones en su territorio.

Maceiras, que es acompañada en su función por el secretario adjunto Marco Marzo, es la primera mujer en ocupar el cargo de secretaria de la entidad binacional. Durante su disertación, manifestó que una de las metas que persigue el organismo al que representa es la de ser una inspiración para otros países y regiones. “A futuro lo que buscamos es expandirnos más ya que lo que estamos observando es que ambos países se expanden a su vez. Además, queremos lograr un fortalecimiento en el sistema regional”, concluyó.

Para Julián Gadano, director del Programa de Estudios sobre Energía Nuclear e Innovación (PROGENI) del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA), espacio que organizó el evento,  la ABACC: “Es el símbolo más claro de cómo dos países que competían nuclearmente pueden unirse y entablar acciones de cooperación recíproca. Es algo no habitual en el mundo y es una forma de controlar que lo que ocurre en las instalaciones nucleares sea utilizado en beneficio de las personas y no en contra de ellas”.