A 177 años de un hecho clave en la consolidación del Estado Nacional

El especialista del Instituto de Estudios Históricos (IEH) Mariano Di Pasquale explicó la importancia de la Batalla de la Vuelta de Obligado, hito por el que se celebra cada 20 de noviembre el Día de la Soberanía Nacional.

18-11-2022

El 20 de noviembre de 1845 soldados argentinos repelieron la invasión del ejército anglo-francés que pretendía colonizar los territorios de nuestro país. El Gobierno de Juan Manuel de Rosas, respaldado desde el exilio por el general José de San Martín, preparó la resistencia y lo impidió. “Tiene que ver con una historia pública que desborda a los historiadores profesionales y que construye una serie de dispositivos que se relacionan con la cohesión social, la búsqueda de sentido de pertenencia y una construcción de memoria colectiva vinculada con la autonomía, la independencia y la defensa de lo local”, dijo Mariano Di Pasquale, experto del Instituto de Estudios Históricos (IEH).

El especialista de la UNTREF explicó que en el siglo XIX existía una concepción de la soberanía diferente según el territorio o región defendido por los actores políticos de la época. “Para algunos la soberanía no era divisible y, por lo tanto, tenía que recaer en una sola ciudad y su cabildo. Y esa ciudad era, obviamente, Buenos Aires. Por otro lado, había quienes definían la soberanía como divisible y, en ese sentido, afirmaban la existencia de otros pueblos y ciudades que tenían los mismos derechos que Buenos Aires”, sostuvo. A mediados del siglo XIX esta noción de soberanía nacional deja de  ser polémica y pasa a formar parte de la idea de construcción de un Estado entre cuyos elementos constitutivos está el territorio: “A partir de allí se genera un cambio. Pasamos de la idea de soberanía relacionada con las ciudades en la época colonial, y de la de soberanías provinciales o regionales tras la ruptura con España a la de soberanía nacional en la segunda mitad de este siglo”, destacó.

En la llamada Batalla de la Vuelta de Obligado, las fuerzas invasoras buscaban ingresar por el Paraná. Sin embargo, las tropas nacionales, al mando de Lucio Mansilla, se anticiparon en un estrecho recodo de ese río: la Vuelta de Obligado, en el distrito bonaerense de San Pedro. El número de fuerzas enemigas superaba ampliamente en cantidad y en calidad, por la modernidad de su armamento, a las argentinas. Estas, sin embargo, no se amedrentaron y pelearon durante siete horas. De este modo, lograron que las tropas adversarias no pudieran ocupar las costas, objetivo necesario para poder adentrarse en el territorio argentino. La resistencia a la invasión extranjera logró la defensa del país en términos de fronteras espaciales y comerciales, ya que se evitó que colocaran en el mercado los productos extranjeros desplazando a los artículos locales. “Lo interesante para el caso argentino es la construcción, a partir de este episodio, de una memoria colectiva que empieza a circular y a ser apropiada por la sociedad. Son valores que se vinculan a la idea de unidad, de independencia y de autonomía”, dijo el investigador del IEH.

A su vez, Di Pasquale reivindicó el rol del historiador y llamó a “una reflexión profunda” sobre acontecimientos y personajes de cara a la forma en la que se estudian dichos procesos y sostuvo que “el mundo en el que vivió Rosas fue mucho más complejo del que nos contaron”. “Los historiadores tienen que manejar una serie de habilidades y competencias que se relacionan con la exhaustividad, la búsqueda de documentación, la aplicación de métodos de investigación y el planteo de preguntas. Los historiadores siempre tenemos que hacernos preguntas nuevas y eso es porque el pasado y el presente tienen una relación recíproca”, agregó el entrevistado.

Más allá de sus definiciones sobre este hecho histórico en particular, el académico de la UNTREF abordó las nuevas modalidades en las que se expresa la soberanía económica en la actualidad. Advirtió que hoy no son necesarias las flotas extranjeras bloqueando o encadenando un puerto ya que ese papel lo cumplen corporaciones, bancos y organismos de crédito que obligan a un país a tomar deuda y socavan su soberanía económica. “Desde lo territorial están claros los límites pero en lo económico es en donde hay que seguir dando batalla”, precisó. En este aspecto, Di Pasquale consideró que el Estado tiene poca capacidad de respuesta a estas presiones extranjeras, algo que afecta la toma de decisiones en materia de política interna o en el diseño de políticas públicas que beneficien a la sociedad, independientemente de las exigencias de estos organismos.

Dirigido por Jaime Peire, el IEH brinda el espacio académico para la concreción de proyectos y la realización de actividades que contribuyan al avance del conocimiento histórico, a la formación de sus integrantes y a la colaboración con otras disciplinas afines. “Lo que promovemos es un estímulo importante para volver al archivo, para volver a la documentación, para analizarla de forma rigurosa y para hacernos preguntas tratando de establecer algún tipo de respuesta aunque sea provisoria”, concluyó Di Pasquale que es el director del Programa de Historia Cultural del IEH.